Incidencias de Stargate y el complejo militar-industrial norteamericano

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Edición #101
Febrero 2025

La intersección de la tecnología, la política y la guerra es un tema crítico que merece un análisis continuo, dado su impacto en el futuro de las relaciones internacionales y la vida cotidiana de las personas en todo el mundo. La integración de la IA en las estrategias militares no solo redefine la naturaleza de los conflictos, sino que también plantea cuestiones éticas sobre la deshumanización de la guerra y el potencial de un conflicto más destructivo y menos controlado. Y la falta de regulación sobre el desarrollo y uso de tecnologías avanzadas puede llevar a un escenario en el que decisiones críticas se tomen sin supervisión adecuada, lo que podría resultar en más abusos de poder y violaciones de derechos humanos.

Por Deyanira Ortiz

Analista de tecnología / febrero 2 del 2025
Deyanira O

La supremacía militar de los países depende ahora de su capacidad para integrar y utilizar tecnologías como la IA y la computación cuántica [1] en sus estrategias. El país que lidere estos dos aspectos (la IA y la computación cuántica) será quien maneje las reglas de la guerra en el futuro. En EE. UU., Las grandes empresas tecnológicas y las fuerzas armadas están cada vez más interrelacionadas como consecuencia de la financiación, los proyectos, la investigación y la infraestructura comunes. Stargate el nuevo proyecto dado a conocer por Trump, es un ejemplo de ello.

La inteligencia artificial (IA), forma parte activa de los conflictos actuales

El proyecto Stargate

Sin haberse terminado el eco de su discurso de posesión, Donald Trump, anunció junto a tres grandes empresarios tecnológicos (Sam Altman de Open IA, Larry Ellison de Oracle y Masayoshi Son, japonesa de SoftBank) un plan para invertir USD 500.000 millones en IA en los EE. UU., esto con varios propósitos. 1) Estar en línea con la reindustrialización ofrecida en campaña, 2) Fortalecer las capacidades estratégicas para la seguridad nacional, 3) Crear cientos de miles de puestos de trabajo y, 4) Construir una infraestructura de IA adecuada para los propósitos de los Estados Unidos de Norte América.

Stargate sin duda financiará e impulsará los proyectos de IA, sin impedimentos regulatorios ni medición de riesgos, aumentará la producción de herramientas y servicios en el Internet de las cosas (IoT)  [12 o en el IIOT  [3] y el aprendizaje automático  [4], buscando preparar una fuerza laboral para las demandas de la economía digital actual y futura. Pero requerirá de una concentración de información que será almacenada en los cinco centros de datos propuestos, y esa es la tarea de Elon Musk con DOGE. Este Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) es el nuevo organismo creado por Trump para diseñar y transformar la administración pública de cuyo encargo está además de Elon Musk, el empresario Vivek Ramaswamy  [5], quienes se propondrán reducir el exceso, según ellos, de regulaciones y gastos superfluos enfocados en la reestructuración de las agencias federales. (En esta primera semana de febrero ya tuvieron tropiezos legales para recabar la información del Instituto de Salud, del Departamento del Tesoro, del Departamento de Trabajo, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)  [6], de la Entidad de Servicios Nacional de Meteorología, del Departamento de Seguridad, de la Administración de Seguridad Social, y del Servicio de impuestos Internos, esto por decisiones de tres jueces que concluyeron que la restricción era para todos los Estados y no para algunos como dijeron los encargados de DOGE).

Estados Unidos es el país con mayor gasto militar en el mundo. Según las proyecciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) en información suministrada en septiembre del 2024 el gasto en defensa aumentará en torno a un 30% entre 2023 al 2033, pasando de 806.000 millones de dólares anuales a 1.045.000 millones. En 2024, la industria armamentística de Estados Unidos generó entre 100.000 y 200.000 millones de dólares en ventas de armas. Cifras extraídas de sus mayores empresas de armamento (Lockheed Martin, Raytheon Technologies, Northrop Grumman, Boeing y General Dynamics).

Estas empresas se han beneficiado de la guerra ruso-ucraniana, las acciones que más subieron en 2024 fueron las de Northrop Grumman, principal fabricante de buques de guerra en Estados Unidos, con un rendimiento de 14.32%, Lockheed Martin (el mayor contratista militar del gobierno estadounidense) que repuntó 12.93%, General Dynamics (que fabrica aeronaves, carros de combate y misiles) que ganó 6.77%; Honeywell (fabricante de aviones, buques, tanques, drones y sistemas de defensa espaciales), que repuntó en 9.99%, y Boeing, cuyos papeles ganaron 1.99%.

Este triangulo de relación se beneficia de los contratos de defensa y desde su nacimiento está ligado a la evolución de la política militar y exterior del país.

Existe según los analistas, una relación directa entre los conflictos bélicos de gran escala y las acciones de las empresas armamentistas, especialmente cuando EE. UU. es gobernada por la línea republicana, afirmación que se puede validar con los hechos históricos de las últimas décadas.

Características e historia

La tecnología de la guerra norteamericana puede dividirse en cinco categorías: las armas ofensivas que dañan al enemigo, armas defensivas que repelen los golpes ofensivos; la tecnología de transporte que mueve a los soldados y el armamento; las comunicaciones que coordinan los movimientos de las fuerzas armadas; y los sensores que detectan las fuerzas y guían el armamento.

El vínculo entre la industria militar, el gobierno y los altos mandos del ejército en Norteamérica, se relaciona con la política militarista e imperialista de los EE. UU., a esto se le denomina Complejo Militar Industrial. Este concepto nace en 1961 bajo la presidencia de Dwight Eisenhower, y vale recordar que nació siendo señalado como un riesgo; bajo el argumento, expuesto por el mismo fundador, de que el complejo militar-industrial usurparía en algún momento “el poder”, poniendo en peligro las libertades democráticas.  [7]

Las condiciones, hechos y características actuales del entorno armamentístico norteamericano demuestran los presagios del fundador de la idea de los complejos militares. El complejo militar-industrial está usurpando “el poder”, y está en manos de las multinacionales tecnológicas y en las empresas constructoras de armas, poniendo en peligro las libertades democráticas no solo de Norteamérica sino del mundo entero.

El complejo armamentístico, para sostenerse en el tiempo requiere de la existencia de ciertas condiciones. Por un lado necesita de muchas y constantes guerras, necesita un permanente ascenso de tensiones entre los Estados, necesita nuevas hipótesis de conflictos y especialmente necesita de la creencia acérrima de que existen amenazas. Aquí está el éxito y el principio de la política planteada en la actualidad por todas las fuerzas políticas de ultraderecha del mundo.

Creadas y fomentadas estas condiciones, crece la idea de tener más municiones, mayor y mejor equipamiento militar, el armamento destrozado debe ser eliminado y reemplazado y por lo tanto deben desarrollarse armas más poderosas y debe asignársele más dinero a la defensa nacional.

Todo esto debe ser publicitado y martillado en la mente de las personas en forma constante, no importando si son ciertas o no estas ideas (causas), y para ello deben existir personas y medios que le hagan la segunda y las refrenden. Ahora bien, sabiendo que es cierto que el cuarto poder, los medios de comunicación, han sido históricamente vistos como guardianes de la democracia gringa, y han sido capaces de influir en la opinión pública, esta sería la otra condición; pero en esta ocasión, en la era de Trump, esto parece estar en entredicho. Eludiendo el control mediático de los medios de comunicación y las críticas de medios liberales y conservadores, la campaña de Trump y su gobierno, han optado por una comunicación “directa” por medio de las plataformas digitales y las redes sociales.

La guerra rusa-ucraniana ha acelerado el desarrollo de la IA para fines bélicos; ha sido utilizada para analizar la inteligencia, seleccionar objetivos, mejorar la logística y la comunicación. La IA, se ha convertido en un elemento de uso común y habitual en la vestimenta de los soldados y en el desplazamiento de los vehículos de guerra, los drones se han vuelto un instrumento imprescindible que cuentan con programas de geolocalización, los programas espía y otras herramientas similares son emblemáticas de una nueva serie de colaboraciones entre las grandes empresas tecnológicas y los organismos de defensa.

Ahora en cada uno de los conflictos existentes hay un nuevo elemento incorporado que tiene IA; son precisos para atacar, para protegerse, la mayoría cuentan con tecnologías de visión remota (FPV» de «First Person View») y por medio de una cámara de vídeo a distancia y/o de una pantalla o unas gafas de vídeo se operan. Es el uso puro y duro de tecnología en la carrera armamentista.

Los planetas estaban alineados, a diciembre del 2024 en el mundo se encontraban 56 conflictos activos, una cifra que no se veía desde la segunda guerra mundial, esto con un componente adicional, había 92 países involucrados en guerras fuera de sus fronteras, y Trump al mezclar fuerza, aislacionismo y temor bajo la idea de la amenaza en que está norteamérica sustentó su doctrina “América First”.

Desde luego para un arrogante negociante como él, es más rentable crear un clima de tensión, temor y vulnerabilidad (caso aranceles y expulsión de inmigrantes), que crear planes de salud, vivienda y educación; y que el caos sea hecho realidad en la mente de los norteamericanos y en el mundo fue uno de sus objetivos de campaña, el cual le dio frutos. Recordemos que en forma permanente en sus discursos hizo referencia a la guerra ruso-ucraniana y la invasión de Israel a Gaza, pero también es importante resaltar que su estilo agresivo, grosero y directo, atrajo votantes, quedando consignado para la historia que estas herramientas le han sido efectivas a la derecha, para captar la atención de la población y ganar (mírese caso Milei en Argentina). En forma adicional la crisis económica-política que vive el imperio del norte, le sirvió de bandeja.

Notas

1.  La computación cuántica es una rama de la informática que utiliza la mecánica cuántica para realizar cálculos. Se basa en principios como la superposición y el entrelazamiento cuántico. La computación cuántica tiene el potencial de resolver problemas complejos que las computadoras tradicionales no pueden, o no pueden hacerlo lo suficientemente rápido.

2. El Internet de las cosas (IoT) es el proceso que permite conectar los elementos físicos cotidianos al Internet: desde los objetos domésticos comunes, como las bombillas de luz, hasta los recursos para la atención de la salud, como los dispositivos médicos; las prendas y los accesorios personales.

3. El IIoT es una versión más robusta del Internet de las Cosas.

4. El aprendizaje automático; también llamado automatizado, computacional, de máquinas o maquinal, es el subcampo de las ciencias de la computación y una rama de la inteligencia artificial, cuyo objetivo es desarrollar técnicas que permitan que las computadoras aprendan.

5. Vive Ramaswamy en fecha posterior a la escritura de este artículo, renunció a su cargo en DOGE por dos supuestas razones, la primera porque quiere postularse como gobernador de Ohio y la segunda, por diferencias con el multimillonario Musk, en la contratación de trabajadores extranjeros en la industria de la tecnología.


6. USAID es una agencia estadounidense independiente encargada de distribuir la mayor parte de la ayuda exterior de carácter no-militar, cooperando con los países receptores en las áreas económica, agrícola, sanitaria, política y humanitaria.

7. Hace medio siglo el saliente presidente de EE. UU., Dwight "Ike" Eisenhower, ofreció lo que algunos consideran la despedida presidencial más recordada de la historia estadounidense, sólo superada por la del primer mandatario y padre fundador, George Washington. En su discurso televisado del 17 de enero de 1961, Eisenhower habló a los estadounidenses del novedoso concepto del "complejo militar-industrial" conformado por las Fuerzas Armadas y los fabricantes de armamentos y advirtió de su creciente injerencia en el manejo de las políticas públicas del país. "Debemos cuidarnos de la adquisición de influencia injustificada, tanto solicitada como no solicitada, del complejo militar industrial", dijo Eisenhower en la frase del discurso que pasaría a la historia y que eventualmente se convertiría en bandera de pacifistas. Más de cincuenta años después, el crecimiento del aparato de seguridad nacional, motivado en la última década por los atentados extremistas del 11 de septiembre de 2001, parece corroborar los peores temores expresados por el general-presidente.

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