¿Qué sigue al portentoso Paro Nacional del Magisterio?. Fortalecer la movilización civil por inversión social, educación y paz

Por Miguel Ángel Pardo Romero

Fiscal de la ADE1

A la par de los necesarios balances hay que proceder a elaborar las orientaciones que nos permitan consolidar los alcances del paro nacional y a materializar los avances consignados en los acuerdos suscritos entre el gobierno nacional y Fecode. Como lo hemos sustentado, la vibrante batalla librada por los educadores de Colombia tuvo alcances mayores que los mismos acuerdos debido a que se convirtió en una movilización social por el derecho a la educación, la salud y el trabajo en condiciones dignas, que ganó el corazón de la población en general y se tradujo en un consciente y generoso apoyo, el cual se palpó en las calles del millar de municipios del país2. Y, esa es precisamente, la clave de nuestros “posacuerdos”: fortalecer, nutrir e intensificar el carácter ciudadano de la lucha por la financiación estatal y adecuada a la salud, a la educación, al agua potable y el saneamiento básico que es requisito obligado para que se garanticen como derechos fundamentales y humanos.

El magisterio logró develar ante la opinión pública que Colombia no podrá ser la más educada de América Latina si no aumenta recursos, menos logrará prosperar así se cuele en una organización de países ricos –la Ocde– con un presupuesto de pobres. Quedó al descubierto el carácter indignante de la mal llamada jornada única con una alimentación que solo nutre a corruptos carteles a costa del bienestar escolar y de la salud debido al hacinamiento, la ausencia de servicios públicos y los denigrantes e insuficientes refrigerios que solo generarán desórdenes alimenticios de incalculables consecuencias en los niños y jóvenes desde tempranas edades3.

El pulso de fondo que le ganó Fecode al gobierno nacional

Santos no calculó la intensidad del paro porque no captó que este se convertiría en conductor del sentimiento de humillación acumulada en la comunidad educativa ante tanta mezquindad neoliberal, como también ocurrió con las poblaciones de Chocó y Buenaventura. Estas tres batallas junto con la librada por el conjunto de los trabajadores del Estado, son las primeras de la época posterior a los Acuerdos de La Habana, que se caracterizarán por exigir que el presupuesto asignado al conflicto interno se destine ahora a la inversión social y no termine en mayor acumulación de capital de las agencias financieras internacionales, tan ostentosas y miserables a la vez, como tampoco, en manos de la decadente tropilla de corruptos del establecimiento. Este fue el pulso de fondo que realmente perdió el Gobierno Nacional frente a Fecode y la razón por la cual la gran mayoría de la población sintió como suyas las protestas mencionadas.

Todo lo anterior, se reflejó en la riqueza cultural de docenas de composiciones o “arreglos” en todos los géneros musicales, en las rimas de las batucadas y en las danzas que se multiplicaron en la diversidad de regiones colombianas, que no se silenciaron ni siquiera ante las agresiones del Esmad. O en las redacciones en prosa o en verso, en las caricaturas que controlaron las redes sociales4. Obviamente el autodenominado “doctor” Peñalosa, tampoco se libró del agudo humor, expresado con una alegría y firmeza tan arrolladoras como el paro mismo.

Tanto se apropió el Magisterio de su papel social que notificó al gobierno nacional que no cedería si este no resolvía los puntos del pliego de peticiones que permitan avanzar en el derecho a la educación de niños y jóvenes en mejores condiciones, asunto que Fecode cumplió. A la vez que consideró como un logro del paro nacional, la unidad de la comunidad educativa frente a la regresiva política neoliberal y convirtió la contienda en una gran demostración de dignidad como si hubiese sido inspirada en la reconocida pieza del cine nacional, La estrategia del caracol.

Por esta razón el uribismo y el pastranismo que andan pescando en río revuelto ante cualquier dificultad de Santos, no tuvieron posibilidad alguna de abalanzarse sobre el paro. No sólo porque fueron protagonistas del brutal recorte a las transferencias en 2001 y 2007, que significó la asfixia presupuestal de la mayoría de los municipios de la República durante década y media, sino porque su declaración de reavivar el conflicto interno, si capturan el Palacio de Nariño en 2018, está en contravía de los anhelos de los miles de educadoras y educadores que incluimos en el petitorio, la ‘Escuela como Territorio de Paz’ y estamos notificados de la batalla política que sigue.

Los puntos del acuerdo que favorecen a la población y el qué hacer para materializarlos

Los puntos del acuerdo Fecode-MEN alcanzados en favor de la población y que deberán materializarse mediante la movilización social, son: el compromiso del gobierno de realizar una reforma estructural al Sistema General de Participaciones (SGP) que garantice la financiación estatal y adecuada de la educación, la salud, el agua potable y el saneamiento básico ambiental; la implementación progresiva de los tres grados de preescolar en los colegios oficiales; la rectificación parcial pero significativa de la mal llamada jornada única escolar; la reactivación de las juntas y los foros educativos a nivel municipal, distrital, departamental y nacional que como los establece la Ley General de Educación, obliga a las administraciones a debatir la política educativa con la comunidad y, finalmente, medidas que reparen a las víctimas del conflicto interno, pertenecientes al movimiento sindical. Ahora bien, aunque no está como acuerdo específico, lo cierto es que como nunca antes como hoy, se configuran condiciones favorables para que los gobiernos escolares asuman el papel que les otorgó la Ley 115 de 1994, cual es determinar el rumbo académico de los colegios porque es evidente que la desobediencia civil en las calles a la regresiva política educativa neoliberal se trasladará a las escuelas una vez retornemos.

Tal como lo afirmamos en artículo reciente, la comisión acordada para la reforma estructural el Sistema General de Participaciones (SGP) significa que el establecimiento neoliberal recibió un mandato social, liderado por Fecode, para que asegure los recursos para la inversión social por 10 años más, batalla que deberá incluir todos los sectores sociales de los territorios, a los alcaldes, gobernadores, diputados, concejales y ediles, precisamente en las proximidades de una coyuntura electoral de la mayor transcendencia. Entre tanto el sector educativo en su conjunto deberá apurar el paso, dado que se está elaborando el nuevo plan decenal de educación y es el presupuesto el que debe subordinarse a las necesidades de la educación y no al contrario. Mientras la construcción del plan no se convierta en un debate nacional, tendrá el riesgo de naufragar como los anteriores5.

Los puntos del acuerdo Fecode-MEN que se lograron o no en favor del magisterio. ¿Qué hacer?

En cuanto al conjunto de reivindicaciones propias alcanzadas en los acuerdos, les corresponde a todas las filiales de Fecode un papel de mayor protagonismo en su materialización, haciendo uso de los instrumentos otorgados frente a las entidades territoriales, lo que no exonera a los órganos de dirección nacionales de la Federación de hacer lo propio.

Nos referimos a la inmediata intervención sobre las jornadas escolares únicas impuestas sin condiciones y sin respeto a los órganos de gobierno; el restablecimiento de las condiciones dignas de trabajo de docentes, directivos y docentes orientadores, especialmente sobre jornada laboral, asignación académica y funciones; la protección del derecho al trabajo de los colegas provisionales; la modificación favorable de los parámetros y el respeto a las normas técnicas de construcción escolar; las garantías en los procesos de evaluación de desempeño, como también de ascensos y de reubicación salarial a los colegas regidos por el decreto 1278 de 2002.

Poner a salvo las peticiones que favorecen el conjunto de la educación de los niños y jóvenes, tenía la consciente implicación de limitar el logro de las propias o simplemente de no alcanzarlas. Tal fue el caso de la derogatoria del decreto 915 de 2016 o del miserable concepto del Consejo de Estado que busca arrebatarles los ingresos a los educadores por vía de la supresión de sus primas de origen territorial; lo cual nos obliga a continuar con la más férrea defensa de los derechos de carrera como los demás adquiridos. Ahora bien, la conquista de la bonificación pedagógica con efectos salariales no impide seguir luchando por la bonificación de servicios prestados, mezquinamente desconocida; a la vez que tenemos pleno conocimiento que la lograda extensión de la nivelación salarial en los años 2020 y 2021, estará estrechamente ligada a la lucha de todos y todas.

El fortalecimiento de la organización y la formación político-sindical ¿Cómo cohesionar los avances alcanzados?

Entre las reflexiones que orgullosamente sustentábamos en medio del paro, independientemente de su desenlace, estuvo aquella que dejó claro que, pese a lo recia de esta batalla, esta simplemente es el prolegómeno de otras más duras, tales como la reconquista del estatuto docente o la que deberá librar el conjunto de los trabajadores y la población por su derecho a la salud y a una pensión dignas. Entre tanto, el magisterio seguirá poniendo a raya a quienes pretenden asaltar el fondo nacional de prestaciones conformado con el fruto del trabajo de todos y todas.

El paro nacional constituyó un reencuentro de los docentes provisionales, como también de los regidos por los decretos 1278 de 2002 y 2277 de 1979, hasta ahora fraccionados por los gobiernos nacionales a través de su forma de vinculación y les permitió valorar mutuamente la fuerza de la experiencia y la vitalidad juntas. A unos les recordó y a otros les enseñó, en medio del fragor de la batalla, que la lucha es en permanente y en sostenido porque el adversario es poderoso. Por lo tanto, el principal instrumento de los trabajadores son organizaciones sindicales grandes, con capacidad de convocatoria e interlocución ante el patrón o el Estado como sabiamente lo orientó el V Congreso de la CUT desde el año 2006.

Fue derrotada la “tesis” que “sustenta” la proliferación de las microempresas sindicales, constituidas sobre la base de publicidad engañosa y de la falsa premisa, según la cual, la tragedia de los trabajadores por décadas de neoliberalismo, se resolverá gracias a la “astucia” de sus promotores. También fue desmentida la oportunista premisa que intenta captar afiliados repitiendo que en una sola batalla se obtendrá todo, contiendas que por supuesto ellos no libran. Las verdaderas intenciones de organizaciones sindicales de papel quedaron al descubierto cuando le proporcionaron al gobierno nacional semanas preciosas para desgastar la negociación de los trabajadores estatales.

Las direcciones de Fecode y de los sindicatos filiales, tenemos que fortalecer el reconocimiento de las educadoras y educadores por sus organizaciones sindicales, como también el positivo efecto que tuvo haber logrado sincronizar todos los pleitos en una sola gran batalla. Pero como obras son amores y no sólo buenas razones, el Comité Ejecutivo y la Junta Nacional de Fecode tendrán que emplearse a fondo para ampliar y garantizar los procedimientos democráticos sin debilitar la efectiva acción centralizada, como también cohesionar la unidad con el resto de los trabajadores, especialmente, quienes laboran con el Estado.

En resumen, las luchas que siguen

Cuatro batallas siguen para probarnos como organización sindical y social: La primera, que se deriva principalmente del paro nacional y de los acuerdos con el Ministerio de Educación, es fortalecer el movimiento civil en favor de la inversión social, la educación, la salud y el trabajo en condiciones dignas. La segunda, continuar inclinando la balanza en favor de las fuerzas democráticas en el pulso que libra la nación contra quienes insisten en reavivar el conflicto interno. La tercera, además de la movilización en defensa de lo conquistado en éste paro nacional, hacer suya también con sus avances y dificultades, el acta de negociación de los trabajadores estatales6. La cuarta, aprestarse para una lucha de largo aliento, convirtiendo la discusión del Estatuto Docente que dignifique la profesión para todo el magisterio, en un debate de política educativa pública y que, de paso, corrija el pupitrazo consumado en la Asamblea Federal General realizada en Paipa en 2013.

Dos glosas adicionales

Dos glosas finales que tienen que ver con la defensa de la democracia. La primera, sobre los procesos de participación ciudadana en el país que quieren ser desconocidos con decenas de argucias por las fuerzas económicas y políticas del régimen, principalmente el proceso de revocatoria del alcalde Peñalosa, sobre el cual el movimiento social en que se convirtió el Paro Nacional, ratificó contundentemente su posición a favor de que se respete.

La segunda, la actitud revanchista del Ministerio de Educación al sabotear la reposición de las actividades académicas dejadas de realizar durante el paro nacional con la pretensión de escarmentar al magisterio y, sobre todo, a la comunidad educativa por su amplio apoyo, llevándose por delante lo derechos de los niños y jóvenes a quienes pone de “escudo” humano. Tal como lo declaramos, nada ni nadie empañara esa hermosa y contundente lección de dignidad que le propinó el magisterio de Colombia a esa mezquina élite neoliberal que niega el presupuesto estatal y adecuado con el propósito de desconocer el derecho fundamental y humano a la educación, a la salud y al trabajo en condiciones dignas7. O como dicen, ya nadie nos quita lo bailao.

Notas

  1. Miguel Ángel Pardo Romero, Magister en Historia, licenciado en Ciencias Sociales. Exdelegado del magisterio de Bogotá ante la Junta Distrital de Educación (JUDI) y ante el Comité Distrital de Capacitación Docente (Cdcd). Expresidente, actual fiscal de la ADE y Coordinador Nacional de Renovación Magisterial. Correo miguep2011@gmail.com, Facebook: Miguel Ángel Pardo Romero, Twitter: miguep_ade, página electrónica www.renovacionmagisterial.orgCanal YouTube encuentros pedagógicos.
  2. El paro del magisterio. Ejemplar batalla por la educación. Artículo elaborado para El Bancario el periódico de la Asociación Colombiana de Empleados Bancarios Aceb. Ver en: http://www.renovacionmagisterial.org/portada/ejemplar-batalla-por-la-educaci%C3%B3nOír también: Especial sobre alcances del paro y de los acuerdos MEN-Fecode en Encuentros Pedagógicos La Radio Revista. 17 de junio de 2017 Emisión # 114. Oír en: http://www.renovacionmagisterial.org/portada/encuentros-pedag%C3%B3gicos-la-radio-revista-17-de-junio-de-2017-emisi%C3%B3n-114
  3. La desbarajustada jornada única escolar. Ver en: http://www.renovacionmagisterial.org/portada/la-desbarajustada-jornada-%C3%BAnica-escolar
  4.  Enlaces a galerías de fotos, videos y canciones. Ver en: http://www.renovacionmagisterial.org/portada/enlaces-galerias-de-fotos-videos-y-canciones.
  5. El paro del magisterio. Ejemplar batalla por la educación. Artículo elaborado para El Bancario el periódico de la Asociación Colombiana de Empleados Bancarios Aceb. Ver en: http://www.renovacionmagisterial.org/portada/ejemplar-batalla-por-la-educaci%C3%B3nVer también: Abel Rodríguez: Por primera vez el problema de la educación se puso al alcance de la sociedad y Ángel Pérez Martínez: Problema estructural de educación compete también a alcaldes, gobernadores y entes territoriales en: http://www.renovacionmagisterial.org/portada/problema-estructural-de-educaci%C3%B3n-compete-tambi%C3%A9n-alcaldes-gobernadores-y-entes-territoriales.
  6. Acta final de negociación colectiva trabajadores estatales 2017 y documentos relacionados. Ver en: http://www.renovacionmagisterial.org/portada/acta-final-de-negociaci%C3%B3n-colectiva-trabajadores-estatales-2017-y-documentos-relacionados
  7. Declaración de la ADE: Gobiernos nacional y distrital se oponen a reposición de actividades académicas. Ver en: http://www.renovacionmagisterial.org/portada/comunicado-gobiernos-nacional-y-distrital-se-oponen-reposici%C3%B3n-de-actividades-acad%C3%A9micas.
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