Nuestra intensa batalla por la vida, la salud y la educación en tiempos de pandemia

El ejercicio de la necropolítica del régimen de Duque, deprecia incluso “preceptos” clásicos de la economía capitalista, tal como lo demuestra, su mortal negativa a garantizar la renta básica, la cual auxiliaría a 10 millones de cabezas de hogar que no tienen ingresos, subsidiaría las nóminas las mipymes y constituiría una política de choque frente al desempleo que ya alcanza dolorosa cifra de 21,4 %. Reiteramos la exigencia al Gobierno Nacional que suspenda la Directiva 11 de 2020 y su letal “Alternancia Educativa” y proceda a acordar con el conjunto del sector educativo y las ETC, los términos de una emergencia educativa para afrontar la pandemia, tal como se lo propusimos desde el 8 de mayo en una carta dirigida a la ministra de Educación y que, pese a la urgencia de la hora, no ha tenido respuesta alguna, salvo medidas unilaterales que, por su carácter, han fracasado.

“Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida”.

Elegía, Miguel Hernández, 1935. 

En homenaje a nuestros compañeras y compañeros, que han partido.

Por Miguel Ángel Pardo Romero
Secretario de Asuntos Educativos, Pedagógicos y Científicos de Fecode

Este es un régimen sin límites. Tal como lo advertimos, cuando su ministra de Educación, expidió la Directiva 11 de 29 de mayo 2020 que sustenta la letal alternancia educativa, la decisión de declarar el “aislamiento selectivo con distanciamiento individual”, a partir del 1° de septiembre, significa la completa renuncia del Gobierno Nacional, en nombre del Estado, a cumplir con el deber constitucional de salvaguardar la vida de la población y a delegarlo a los ciudadanos y ciudadanas que no cuentan con los recursos ni los instrumentos para protegerse.

El ejercicio de la necropolítica del régimen de Duque, deprecia incluso “preceptos” clásicos de la economía capitalista, tal como lo demuestra su mortal negativa a garantizar la renta básica, la cual auxiliaría a 10 millones de cabezas de hogar que no tienen ingresos, subsidiaría las nóminas las mipymes y constituiría una política de choque frente al desempleo que ya alcanza dolorosa cifra de 21,4 %[1].

El movimiento social, las bancadas parlamentarias alternativas y Fecode, defendemos la renta básica porque garantizaría una cuarentena efectiva para la población al contar con alimentación y salud. A la vez, brindaría mayor tranquilidad a los niños, niñas y jóvenes para desarrollar la labor pedagógica y contribuiría a disminuir los índices de violencia intrafamiliar.

Mientras el Gobierno Nacional decreta el “sálvese quien pueda”, ahoga las pequeñas y medianas empresas, crece el desempleo y el hambre, Duque vuela a “prestarle” 370 millones de dólares a la aerolínea Avianca, ejemplo de cómo está disponiendo de los 117 billones de pesos del erario público.

El Gobierno Nacional, sin sustento científico alguno, decretó la “nueva etapa”, sin tener en cuenta simplemente que, a mayor exposición y sin protección, más contagio. Entre tanto, la ministra de Educación Nacional intensifica su presión sobre veinte millones de personas que conformamos la comunidad educativa, para que “decidamos” el retorno a clases presenciales, con base en entelequias que, por su peligrosa naturaleza, son inaceptables por lo menos para quienes defendemos la vida, no nos apartarnos de nuestro rigor académico ni nos congraciamos con los “poderosos”, en medio de un incremento de hostigamientos contra Fecode en las últimas semanas. A renglón seguido develamos algunas de las falsas premisas.

El hecho que baje el pico de la pandemia, no significa que desaparezcan las amenazas contra la salud y la vida, ni mucho menos que se pueda retornar a las clases presenciales sin exponer al contagio masivo a la comunidad educativa. Las mismas cifras utilizadas por la Presidencia de la República, en la primera semana de junio, sustentando ante la Corte Constitucional la prórroga de la Emergencia Sanitaria, advierten que en diciembre se proyectan 3,6 millones de colombianos y colombianas contagiados, 170.000 en cama UCI y 41.622 fallecidos.

Estas cifras nos permiten hacer dos afirmaciones. Una es que el Régimen de Duque conoce la letal dimensión letal de la pandemia, pero prefiere hacer ejercicio de la necropolítica, antes de destinar a inversión social los 117 billones de pesos que tiene en sus manos para atender la pandemia.

Para este año, Iván Duque y la ministra de Educación, prometieron escasos 400 mil millones de pesos, pero a 15 de julio informaron que, solo habían destinado $92 mil millones a bioseguridad de los 9.300 colegios que agrupan 43.000 sedes escolares. Régimen miserable. Más grave aún, según el informe de los asesores legislativos de Fecode, el proyecto de Presupuesto General de la Nación 2021 (PNG), tampoco incluye los recursos para el retorno y mantiene desfinanciado el sector “aumentando sus brechas estructurales. Actualmente, el promedio de asignaciones per cápita según las tipologías educativas se ubican desde transición hasta la media en $2.405.299, recursos que resultan insuficientes y que se han mantenido congelación y con tasas de crecimiento real negativas, lo cual, imposibilita la garantía del derecho fundamental a la educación”.

La otra conclusión es que los elementos de bioseguridad son necesarios pero no suficientes. Así los tuviéramos, siempre hay que tener en cuenta las diferentes variables del comportamiento de la pandemia, tal como ha ocurrido en otros países en donde los chicos tuvieron que retornar nuevamente a las casas.

Ahora bien, el retorno a clases presenciales cuando no haya amenaza a la salud y a la vida por la pandemia, no solamente debe tener las condiciones de bioseguridad sino también contar con el compromiso del Gobierno Nacional para respaldar financiera y normativamente una organización escolar muy diferente que afronte las consecuencia de la pandemia desde el punto de vista curricular, pedagógico, de salud y de bienestar, lo cual, por ejemplo, requerirá de muchos más docentes orientadores y en demás las áreas, con especial atención en inclusión, preescolar y primaria.

La presión del Ministerio de Educación Nacional de imponer la Alternancia Educativa, ya tuvo su primera respuesta, el lunes 3 de agosto pasado, fecha en la cual, noventa y dos de las 96 Entidades Territoriales Certificadas (ETC) que, agrupan los 1.103 municipios de Colombia, decidieron no retornar a clases. En ese orden de ideas destacamos que, el Paro Nacional virtual del pasado miércoles 12 y jueves 13 de agosto, por el derecho a la vida, la salud y la educación, en virtud de lo cual contó con el apoyo de la población.

En éste orden de ideas, reiteramos la exigencia al Gobierno Nacional que suspenda la Directiva 11 de 2020 y su letal “Alternancia Educativa” y proceda a acordar con el conjunto del sector educativo y las ETC, los términos de una emergencia educativa para afrontar la pandemia, tal como se lo propusimos desde el 8 de mayo en una carta dirigida a la ministra de Educación y que, pese a la urgencia de la hora, no ha tenido respuesta alguna, salvo medidas unilaterales que, por su carácter, han fracasado.

El Comité Ejecutivo, la Secretaría de Asuntos Pedagógicos y el Ceid de Fecode, elaboramos un primer avance que desarrolla los términos de la propuesta de Emergencia Educativa que le planteó la Federación a la ministra de Educación en la carta radicada el pasado 8 de mayo y que tienen el propósito de fortalecer la sustentación académica y pedagógica de nuestras posiciones, como también las exigencias al Gobierno Nacional y, ante todo, contribuir a la orientación del magisterio y a la comunidad educativa.[2].

Bogotá, Colombia, septiembre 4 de 2020

Notas
[1] Renta básica para los más de 10 millones de trabajadores sin ingresos. Fabio Arias Giraldo, las Dos Orillas, julio 28, 2020

[2] Emergencia Educativa en tiempos de COVID -19. Documentos de trabajo. Seminarios Regionales de los Secretarios de Asuntos Educativos, Pedagógicos y Científicos y los CEID de FECODE y sus 34 filiales, Colombia, 27 de julio de 2020. Leer en: https://www.fecode.edu.co/images/comunicados/2020/Documentos_de_trabajo._Emergencia_Educativa_en_Tiempos_del_Covid-19.pdf

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