No a la trampa de la mayoría de la Comisión Cuarta del Senado contra la reforma laboral y la Consulta Popular

El exsenador por el PTC, Yezid García Abello, denuncia la ponencia mayoritaria sobre la reforma laboral presentada en la Comisión Cuarta del Senado como un grave retroceso para los derechos de los trabajadores en Colombia. Critica el uso de un “acuerdo de confidencialidad” entre senadores, calificándolo de inaceptable en un proceso legislativo que debería ser público. Según lo filtrado, la reforma excluye a trabajadores de pequeñas y medianas empresas de beneficios como recargos nocturnos y dominicales, vulnerando el principio de igualdad salarial. Además, elimina derechos sindicales, mantiene contratos precarios y reduce beneficios como la licencia de paternidad. García acusa a la ultraderecha de buscar deslegitimar la Consulta Popular impulsada por el gobierno de Petro y respalda el llamado de las centrales obreras a un Paro Nacional el 28 y 29 de mayo. Concluye que solo la movilización social puede frenar esta reforma regresiva y garantizar el avance hacia una legislación laboral más justa y democrática.
Por Yezid García Abello

Jamás se había escuchado en Colombia que senadores, en este caso de la Comisión Cuarta, digan a los medios que indagan sobre la famosa ponencia sobre la reforma laboral que no pueden dar información hasta el lunes, porque existe un “Acuerdo de confidencialidad” entre los ponentes. Los acuerdos de confidencialidad los usan las empresas para defender sus secretos o el resultado de sus avances frente a la competencia. Pero, senadores y senadoras de la Comisión Cuarta, el pueblo y los trabajadores tienen todo el derecho a preguntar sobre una reforma que suscita su interés y su preocupación, y el deber de ustedes es legislar de cara a la ciudadanía, no a sus espaldas.
No obstante “su confidencialidad”, lo que se ha filtrado sobre el texto, que los ponentes han anunciado que harán público el lunes, es desastroso para los derechos e intereses de los trabajadores. No solo no es un avance frente a la actual legislación laboral, es un marcado retroceso que va en contravía de un extraordinario esfuerzo del gobierno de Gustavo Petro por reestablecer derechos que fueron conculcados en las viejas reformas neoliberales de César Gaviria (Ley 100 de 1993) y Álvaro Uribe (Ley789 de 2002).
Fabio Arias, presidente de la CUT y dirigente del PTC en su intervención en el espacio institucional para TV sobre el Paro Nacional por la Consulta Popular. mayo 26-05-25
Los recargos por trabajo nocturno se limitan a labores realizadas desde las siete de la noche y solo se pagarán a los trabajadores de grandes empresas, excluyendo arbitrariamente a los de las pequeñas y medianas que concentran casi el 80% del empleo en Colombia. Esa disposición violaría el principio universal de “A igual trabajo, igual salario”, y sería una discriminación inaudita. Las pequeñas y medianas empresas se deben ayudar y, si es del caso subsidiar, con bajas tasas de crédito y ventajas tributarias, pero no con los ingresos de los trabajadores. Además, el recargo de 100% para dominicales y festivos, es decir, para los días feriados, se limita a los domingos. Los festivos recibirían un recargo menor. Y todas estas mezquindades se implementarían en un tiempo largo, por allá en 2027.
Entre los atropellos que se han filtrado se deben señalar los más escandalosos: la ponencia no recoge la parte correspondiente a los derechos sindicales que estaba en el proyecto inicial del gobierno y que es muy importante para poner al día la legislación laboral colombiana con los acuerdos y directrices de la OIT; se descarta el carácter laboral del Contrato de Aprendizaje, lo que viola el derecho a la formalización laboral de 4.000.000 estudiantes; se reestablece la repudiada figura del contrato sindical; se le vuelve a dar alas a los tenebrosos contrapliegos patronales; se convierten en legales contratos a término fijo hasta por cinco años; se elimina el aumento vigente de dos semanas de licencia de paternidad. Como se puede deducir, este proyecto de reforma laboral no es una “reformita”, es un profundo retroceso en la legislación que debe ser confrontado y denunciado.
Asiste la razón a las centrales obreras cuando anuncian el retiro del respaldo a la ponencia mayoritaria y su inquebrantable decisión de convocar el Paro Nacional para el 28 y 29 de este mes. Así mismo, cuando reiteran que lo que trata de hacer la ultraderecha en el Senado es una trampa para engañar bobos e impedir la realización de la Consulta Popular.
Por los antecedentes, por la experiencia pasada, se conoce que a lo único que teme esta banda que se burla de los derechos de los trabajadores y que controla el Senado es a la movilización social.
¡Procedamos en consecuencia! ¡Todos y todas al Paro Nacional! ¡Respaldemos la Consulta popular!