La salida de “gallo basto” del Fiscal

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Edición #94

La oposición al cambio que promueve el actual gobierno busca crear un clima adverso a las decisiones gubernamentales, magnificar sus dificultades, distorsionar los hechos y montar un complot que dé lugar a acciones ilegales encaminadas a retirar a Petro del cargo presidencia.

Editorial

“El Estado no puede cruzarse de brazos ante las denuncias tan graves que viene haciendo el periodista Guillén sobre centenares de homicidios y desaparición de ciudadanos por el Clan del Golfo. De ello informó con antelación un funcionario del CTI a altos miembros de la Fiscalía y estos se negaron a actuar, permitiendo las muertes".

Este tuit de Petro desató la ira del fiscal Barbosa quien arremetió contra el presidente responsabilizándolo de cualquier incidente que le pueda ocurrir al fiscal Daniel Hernández encargado del caso. El periodista Guillen dijo en un tuit que tiene “la documentación y los contactos del testigo sobre la manera como la Fiscalía encubre y coopera con el clan del golfo”. El Fiscal premeditadamente para evadir el cuestionamiento que se le hace acusa a Petro de poner en peligro a los funcionarios judiciales, de que le está poniendo una “lápida” y lo califica de “dictador”.

Acusación carente de todo fundamento, pues como afirma el exfiscal Eduardo Montealegre, basándose en la constitución, “El presidente puede darle órdenes a un fiscal general en materia de información sobre la lucha contra el crimen organizado, manejo de la paz y el orden público”. La petición hecha por el Presidente busca no dejar en la impunidad graves violaciones a los Derechos Humanos, y el Fiscal para escamotear ese legitimo cometido responde que el Presidente “comete un atentado a la autonomía judicial”, que él “no tiene jefe”. Y remata el escandaloso alboroto que ha montado, exclamando que saca a su familia del país y que cualquier incidente que a ellos les suceda es culpa del presidente.

El Fiscal General por su cargo, conoce a fondo los movimientos de las mafias y la delincuencia, y está al tanto de sus actos delictivos, pues su deber es investigarlos y condenarlos públicamente. Cualquier omisión o vacío en hacerlo justifica el reclamo de Montealegre: “Se ha negado [El Fiscal] investigar los crímenes de lesa humanidad”, y trae graves consecuencias para la credibilidad de la rama judicial, la estabilidad de la Nación, y ahí sí, hasta a su entorno familiar.

La oposición al cambio que promueve el actual gobierno busca crear un clima adverso a las decisiones gubernamentales, magnificar sus dificultades, distorsionar los hechos, y montar un complot que dé lugar a acciones ilegales encaminadas a retirar a Petro del cargo presidencial. El Fiscal Barbosa recién posicionado se autoproclamó, en su conocida y proverbial modestia como el mejor formado de su generación, y ha sido escogido por las más oscuras fuerzas como el “gallito fino”, con métodos ya utilizados en el continente, para conseguir este fin. Personajes de La derecha internacional agrupados en una opaca institución reaccionaria, graznó enseguida haciéndole eco al fiscal opositor. Las fuerzas progresistas y democráticas jamás toleraran un golpe de mano a Petro.

La conclusión de este artificioso pleito entablado por el Fiscal, la sintetiza el destacado periodista Daniel Coronel en su columna de (Los Danieles del 7 de mayo del 2023): “Francisco Barbosa carece de autoridad moral para proclamarse defensor de la independencia judicial. Su administración ha sido ejemplo de lo contrario. Desde el primer día hasta hoy ha estado al servicio de quienes lo nominaron. Ha usado el inmenso poder de la institución para amparar impunidades de sus amigos, perseguir fiscales que investigan a poderosos, estigmatizar críticos y abusar de los recursos públicos.”

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