Declaración del PTC. A propósito de la sesión pública del Consejo de Ministros

Creemos que la tesis del presidente de que el pueblo debe conocer las deliberaciones y decisiones de su gobierno es justa y democrática. Se percibe, empero, que convocó el Consejo de Ministros a sesión pública en un exceso de autoconfianza.

Cualquiera que sea el punto de vista desde el cual se aborde la posición básica adoptada por el presidente Petro en el último Consejo de ministros que tanto ruido ha desatado, habrá de convenirse en que el primer mandatario partía de sentar posición acerca de cuál debe ser la actitud ante los yerros de los funcionarios que, sin ser enemigos del gobierno y del proceso de cambio, incurren en ellos.
Fue Benedetti el personaje cuya presencia, desempeño y cargo desató las disensiones públicas en el seno del gobierno y suministró a los medios del establecimiento oligárquico la comidilla que rápido convirtieron en “tormenta perfecta” por el desacuerdo, áspero y abierto, de varios de los principales funcionarios de gobierno allí convocados. Esto sirvió en bandeja a todos los matices de la derecha adversarios del Gobierno y de toda transformación progresiva, ocasión para redoblar su vocerío ensordecedor contra el presidente, y agregar otro episodio a su falaz y calculada acusación de que su mandato conduce al país al desgobierno y al caos.
El presidente fundó su posición en que la fuerza social y política necesaria para impulsar el cambio se nutre de los sectores “de todos los colores”, en que el mundo real no se divide entre “puros e impuros”, y en que ante los errores de quienes han contribuido a allanar la senda progresiva, debe observarse el criterio y la práctica de permitir rectificaciones. Y añadió que fue Benedetti precisamente el primero en defender sus denuncias contra el paramilitarismo en el Congreso.
El PTC comparte de lleno esta posición básica del presidente Petro. Tal como sentenciara Francisco Mosquera, la transformación de Colombia no será la obra de una sola clase ni de un solo partido. De lo cual se desprende la necesidad de una política de amplísima alianza o coalición de la inmensa mayoría de clases, sectores y partidos, llámese “sancocho nacional” a la criolla, o política de frente único, según su denominación clásica y universal. El PTC la ha observado de vieja data, y persistirá en ella. Y celebramos que esta política unitaria venga abriéndose paso (¡al fin!) en Colombia a raíz de los Acuerdos de Paz de las Farc y del gran estallido social, premisas cuyo primer y extraordinario resultado fue la elección de Gustavo Petro como presidente.
Está fuera de cuestión que Benedetti contribuyó de manera notable a la campaña presidencial de Petro. Sus errores no se justifican por eso; tampoco lo ubican de modo automático en el bando enemigo. También el PTC comparte con el presidente Petro el reconocimiento de que no es esta una contradicción con el enemigo sino en el seno de la coalición de gobierno. En procura de “tratar la enfermedad para salvar al paciente” -señalando la raíz ideológica y política de los errores para corregirlos, sin aplastar a su ejecutor- según viejo y probado método revolucionario ajeno a todo sectarismo.
Amén de lo anterior, creemos que la tesis del presidente de que el pueblo debe conocer las deliberaciones y decisiones de su gobierno es justa y democrática. Se percibe, empero, que convocó el Consejo de ministros a sesión pública en un exceso de autoconfianza que terminó suministrando material aprovechable a la oposición derechista del establecimiento en la guerra propagandística que adelanta contra el gobierno. Aconsejable y sencillo, el método de las consultas previas al tratar un asunto espinoso, practicable en todas las organizaciones que en el mundo han sido -incluido el gobierno de un país como el nuestro- se omitió, con las consecuencias a la vista.
No compartimos la generalización del presidente al endilgar en bloque la acusación de sectarismo al heterogéneo conjunto de la izquierda colombiana, y al exceptuar de modo explícito de tal lastre a la organización de la cual él proviene. Tampoco las alusiones, en sentido similar y sin mayores precisiones, a la historia de vicisitudes y complejidades de partidos y Estados marxistas del siglo XX. Así mismo, vemos con preocupación las críticas generalizadas hechas por el presidente al feminismo que lucha por defender la vida y los derechos de la mujer y erradicar toda forma de violencia de género.
El país nacional y las fuerzas progresistas y de izquierda debemos extraer lecciones de lo ocurrido y fortalecer nuestro respaldo al gobierno que elegimos para iniciar y llevar adelante las transformaciones democráticas que anhela Colombia. Sobre todo, en el momento actual, cuando arrecia la conspiración golpista contra el presidente Petro y acechan mayúsculos problemas; más nos conviene a todos voltear la página del mentado episodio y persistir en los esfuerzos por contribuir a las movilizaciones callejeras en defensa del presidente y del proceso de cambio.
Partido del Trabajo de Colombia
Comité Ejecutivo Central
Marcelo Torres Benavides
Secretario General del PTC
Yezid García Abello
Subsecretario General