La alternancia en educación: un salto al abismo

La desobediencia y la movilización se ponen a la orden del día en ese tránsito de darle continuidad a las movilizaciones de todos los tiempos, pero de manera especial las del 21N y subsiguientes que direccionadas desde Fecode, la CUT y el Comité Nacional de Paro le exigen al gobierno que atienda las necesidades de los colombianos y cese la tanda antipopular de reformas laborales incluida la anunciada nueva reforma tributaria, como si los colombianos ya no tuvieran los bolsillos al revés. Al colegio volvemos cuando no se corra el riesgo de perder la vida.

Por Andrés Cubides Rodríguez
Integrante junta directiva ADE. Secretario de Seguridad Social y Salud. Dirigente de Renovación Magisterial

El avance acelerado de la infección

Para hablar de la alternancia impuesta por el gobierno, es necesario abordar el estado del avance de la infección, tomando los datos a hoy 8 de junio de 2020, los que tienen unas variaciones gigantescas, minuto a minuto y, que inciden en la toma de decisiones, unas por parte del gobierno y las otras por parte de los trabajadores y la población, en la medida en que el punto de vista relativo de cada uno, permite la respectiva observación, según su interés.

Datos tomados de CoronApp.

Desde un comienzo el gobierno anunció que la primera fase de contención era la de aplanar la curva para darle el tiempo al sistema de salud a adecuarse y tener la capacidad de atención de los afectados. La gráfica muestra un comportamiento contrario a la intención y tiene un crecimiento exponencial, que ha forzado al gobierno a alargar varias veces la cuarentena. Y este desfase hoy tiene al gobierno contra la pared, pues no tiene la capacidad instalada suficiente y el porcentaje de UCI en uso está en 85%, lo que permite aseverar que infectarse y salvar la vida es altamente muy difícil. 

Ha quedado visible un problema mayúsculo, referido a que los datos que se presentan son inferiores a la realidad, tal como se manifestó con los heridos de Tasajera, que además de quedar heridos por la ttragedia se les detectó la contaminación por covid, en una población donde a manera de ejemplo comparativo con los demás municipios del país, no se han aplicado pruebas masivas ni aleatorias, lo cual descarta la teoría de “municipios libres de covid”. El Instituto Nacional de la Salud, INS, no ha adquirido una cantidad de pruebas suficientes como para abarcar todo el territorio nacional, ni tampoco de respiradores ni de UCI.

El sistema de salud del magisterio

Este es otro aspecto que se debe considerar, ya que se constituye en un problema. La deficiente atención en salud prestada por los operadores, contratistas en las 10 regiones del país, está plagada de incumplimientos a los términos de referencia establecidos en los contratos y entonces se presenta una restricción casi que total, lo que coloca a los afiliados y a sus beneficiarios en un grado de vulnerabilidad con respecto a sus enfermedades.

Se encuentran aplazadas las cirugías, los exámenes especializados, las citas con especialistas y lo que se prioriza es la teleconsulta, que a control remoto impide la observación directa de los pacientes.

Y para gravar las deficiencias del sistema privatizado, el INS se atraviesa y ordena la restricción de los servicios. Los prestadores están dichosos en tiempos de esta crisis porque se les manifiesta, que entre menos salud prodiguen, más ganancias les quedan. Es el interés del negocio.

Hoy el número de casos positivos en el magisterio, a nivel nacional, entre afiliados y beneficiarios es de 1.060 y 4.196 casos probables[1].

Una verdad es que el magisterio confinado, desarrollando trabajo en casa para atender la estrategia de “aprender en casa” ha preservado en gran parte su salud, pues dicho por los expertos, mientras no haya vacuna, lo más eficiente es no contraer el virus y esto se logra con el aislamiento o cuarentena. Sin embargo, el magisterio se ha contaminado, sin haber regresado al aula, únicamente por la capacidad expansiva del virus.

Tengamos en cuenta el gran error del presidente de abrir los sectores productivos, económicos y de comercialización que avasallados por desbandadas que aprovechan los simulados descuentos, se convierten en transmisores activos del virus. La jornada se realizó el 19 de junio y si se correlacionan las cifras, para esa fecha había 63.216 casos positivos y hoy, 18 días después, son 134.000.

Y ni se diga entonces del Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo del magisterio oficial que no existe. Es el único gremio en el país que lo carece, y por consecuencia no tiene establecido, como lo dicta la ley, los protocolos ni los Elementos de Protección Personales, EPP.

Mencionemos que hay un contingente de maestras y maestros mayores de 60 años y que tienen comorbilidades lo que los hacen vulnerables, pero a quienes los asisten los derechos laborales de ley hasta su retiro voluntario y forzoso a los 70 años. El trabajo en casa sigue siendo la figura que los preserva en gran medida de contraer el virus.

De los niños y niñas y las comunidades educativas

Descrita la situación del sistema de salud, se concluye que las comunidades educativas son vulnerables a la infección lo que conlleva a que los estudiantes se conviertan en transmisores de la infección en los dos sentidos: a y desde sus familias, a las maestras y maestros y a los funcionarios de los colegios como administrativos, servicios generales y vigilancia. Todos expuestos entre sí.

El doctor Orlando Acosta[2] ha mencionado que el riesgo consiste en encontrase con un infectado, bien sean niños o adultos, contando con el promedio de transmisibilidad, que está calculado en que una persona puede infectar a 1,34 personas. Y sumado el carácter letal del virus.

También comenta que no está comprobado que los niños tengan bajas probabilidades de infectarse y de mortalidad. Lo que pasa es que la cuarentena los ha protegido. Los niños y los jóvenes tienen la misma susceptibilidad de infectarse. Mencionó los casos de Pekín que por el rebrote tuvieron que cerrar las escuelas y del mismo modo en Israel, donde también hubo una explosión de contaminación en los profesores.

Y de manera enfática dice que desde la ética “no se podría permitir, ni con carácter de experimento, ni a manera de riesgo, mirar si los niños y los jóvenes se infectan”.

Más de 120 países en el mundo mantienen cerradas sus escuelas.

La infraestructura de los colegios

Para que los estudiantes lleguen a los colegios, primero hacen uso de los sistemas de transporte y luego se encuentran con el tumulto al ingreso, donde de manera acelerada se tomarían temperaturas y se desinfectarían vestidos, zapatos y maletas, para luego encontrase con las insuficiencias de siempre, que van desde la ausencia de baños apropiados, la falta de lavamanos, y en la peor de las situaciones sin la provisión de agua potable, que en muchos casos ni siquiera llega a sus casas.

Ni que decir del manejo de los alimentos y los refrigerios que, si venían con fallas, pues ahora estas se mantendrán con la permisividad y la falta de protocolos no aplicados por los contratistas.

El distanciamiento en las aulas nunca ha existido porque se han violado los estándares internacionales que determinan el área por niño o niña. Se impone el hacinamiento, con un sentido neoliberal de más con menos. Esto se representa en las antipedagógicas relaciones técnicas o parámetros que determinan el número de niños por profesor o profesora. En resumidas cuentas, no es posible el distanciamiento.

Por ello surge la alternancia del gobierno, de que unos asistan al colegio mientras los demás se quedan en la casa. Más desigual para donde. Ya la OMS recomendó que se deben nombrar más profesores para lograr el distanciamiento que debe regir de aquí para adelante en todos los espacios donde se comparten actividades.

Falla la ministra cuando con una circular dirigida a las secretarías de educación, que a su vez derivan a las rectorías, la responsabilidad de realizar un balance del estado físico y de dotaciones de los colegios, les anuncia presupuestos para compra de equipos y elementos de bioseguridad para ganarse su anuencia, desconociendo el papel decisorio otorgado por la ley al gobierno escolar, que es la instancia en consulta de sus electores, quienes deben decidir las acciones institucionales para el desarrollo de las actividades académicas, las reestructuraciones curriculares y el sistema de evaluación de los estudiantes atendidos desde sus casas.

Los padres de familia no exponen a sus hijos y Fecode adopta la desobediencia civil

En una decisión sensata y valorando el riesgo, los padres de familia han decidido que no enviarán a sus hijos a los colegios, considerando la probabilidad de contaminación y que no se les puede delegar la responsabilidad de no relacionarse ni de compartir objetos, por su mismo carácter ni tampoco delegarla a los docentes.

Hay que constituir un frente común entre padres de familia y Fecode y sus sindicatos filiales, para contrarrestar las decisiones de los entes territoriales que atienden sin miramientos las órdenes del gobierno y hacer efectiva la decisión adoptada por la Junta Nacional de Fecode, del pasado 25 de junio de 2020, que adoptó por unanimidad la desobediencia civil y exigir la derogatoria de la Directiva 11 de la alternancia.

No existen las condiciones para el regreso al aula, so pena de poner en riesgo la vida de los estudiantes, de las comunidades educativas y de todas las personas vinculadas a los colegios. Esto no se circunscribe a lo oficial, sino que es también del dominio del sector privado de la educación.

Las condiciones económicas de las comunidades educativas

Es un factor que depende totalmente del gobierno que se ha negado a darle viabilidad a la renta básica para los hogares, disminuir la necesidad de abandonar la cuarentena y asegurar una atención total para la supervivencia y la salud.

Mientras esto no se dé, entonces se seguirán presentando casos como el de la ya mencionada población de Tasajera, donde quedó visibilizada la desatención total del gobierno, lo que es factor común de pobreza absoluta en la mayoría de los municipios del país.

La desobediencia y la movilización se ponen a la orden del día en ese tránsito de darle continuidad a las movilizaciones de todos los tiempos, pero de manera especial las del 21N y subsiguientes que direccionadas desde Fecode, la CUT y el Comité Nacional de Paro le exigen al gobierno que atienda las necesidades de los colombianos y cese la tanda antipopular de reformas laborales incluida la anunciada nueva reforma tributaria, como si los colombianos ya no tuvieran los bolsillos al revés.

Al colegio volvemos cuando no se corra el riesgo de perder la vida. Insisto en que hay que preservar la vida para tener la oportunidad de poder contar el cuento.

Notas

[1] Informe Nacional de la Fiduprevisora, acumulado al 8 de julio de 2020.
[2] PHD en virología molecular, Investigador emérito de Colciencias, Coordinador del equipo de investigación del virus y de biología molecular de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Entrevista para el programa de Encuentros Pedagógicos, la radio Revista de Renovación Magisterial del sábado 4 de julio de 2020.

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