Mercaderes de la muerte
La pandemia no encuentra bien parado a Iván Duque ante la nación, por el contrario, su imagen registra cifras en constante descenso desde su elección hace 20 meses. El favorecimiento a los sectores acomodados, las mayores cargas económicas a los menos favorecidos y a los trabajadores, sus intenciones de destruir los acuerdos de paz, su indiferencia ante el sistemático asesinato de líderes populares y su trato negligente y autoritario ante las justas peticiones de la ciudadanía lograron unir en un paro nacional a amplios sectores
Por Alberto Herrera
Director de La Bagatela
Dentro de los innumerables efectos producidos por la pandemia del coronavirus se cuenta la explosión de literatura sobre el tema. Expertos en la materia, asociaciones médicas y de salud, de trabajadores, organizaciones políticas y económicas, entidades del Estado, gobernantes y columnistas han publicado párrafos sobre las múltiples facetas desde la aparición del temible virus en Colombia, que sumado a las opiniones del resto del planeta, constituyen un arsenal de ilustraciones que no alcanza a dimensionar los estragos que el Covid-19 causará sobre la humanidad.
Las medidas para enfrentar a tan agresivo invasor son un reto para los gobernantes. De entrada, muchos lo subestimaron, actitud que permitió el avance acelerado del mal, especialmente en países desarrollados que creyeron que su sistema de salud, en buena parte en manos privadas, estaba en condiciones de enfrentar el virus. El mundo se sumerge en una crisis, las cifras de muertes y de contagiados son alarmantes. En los EE. UU. ya pasaron de 54.000 las víctimas fatales, cifra cercana a la pérdida de soldados en la guerra de Vietnam. El presidente Trump mostrando poco conocimiento y menor preocupación por la salud de sus compatriotas propuso que se inyectaran desinfectantes para salvarse del contagio.
La pandemia no encuentra bien parado a Iván Duque ante la nación, por el contrario, su imagen registra cifras en constante descenso desde su elección hace 20 meses. El favorecimiento a los sectores acomodados, las mayores cargas económicas a los menos favorecidos y a los trabajadores, sus intenciones de destruir los acuerdos de paz, su indiferencia ante el sistemático asesinato de líderes populares y su trato negligente y autoritario ante las justas peticiones de la ciudadanía lograron unir en un paro nacional a amplios sectores de la población como no se veía desde la creación del Frente Nacional. Las inmensas movilizaciones que se sucedieron por tres meses se vieron abruptamente interrumpidas por la aparición de la pandemia en Colombia, pero las causas que las originaron están intactas. Ahora a los problemas nacionales se suman la crisis de la pandemia y la cercanía de una recesión mundial.
La aparición del virus exige al gobierno destinar abundantes recursos para poner al día el sistema de salud público, vulnerado por la ambición y el deseo de volver todo negocio. Los pocos hospitales que aún permanecen abiertos trabajan en lamentables condiciones, se adeuda al personal de salud decenas de quincenas en muchos departamentos. Enfrentar la pandemia exige gastos adicionales e inmediatos para asegurar la bioseguridad de los trabajadores de la salud a todo nivel, la creación y adecuación de las salas UCI y la adquisición de respiradores y test de prueba para contener y aislar el contagio. Estas acciones reconocidas como indispensables, difícilmente contaran con fondos para su ejecución.
Las medidas para contener el virus se han tomado tarde y han sido incompletas. La cancelación de vuelos fue posterior a la entrada del virus a Colombia por el aeropuerto El Dorado. El alcalde de Cali se quejaba que el poco control de la frontera con Ecuador (vecino seriamente afectado por la pandemia) no daba garantías, era laxo y causa del acelerado contacto en el Valle del Cauca. Lo recursos de la ley de punto final en salud destinados a enfrentar la pandemia se los han entregado a las EPS que nunca han priorizado sus obligaciones con la salud de los colombianos, con los hospitales y el personal de la salud. (Ver datos precisos en artículo de esta edición de La Bagatela de Arturo Cancino “Hundimiento económico y el laberinto de Colombia en tiempos de Duque”). El grueso de los dineros que según Minhacienda son cerca de $100 billones, (Fabio Arias, “Duque no atiende la salud y unos ingresos básicos en la pandemia” las 2Orillas 21/04/20) han sido irrigados en el sistema financiero que como consecuencia de la pandemia, refuerza sus arcas, incrementa sus operaciones, pone las condiciones de crédito, escoge los beneficiarios y asegura la ganancia. Nada más infame ni corrupto. Las quejas de los empresarios para acceder a esos fondos, son generales. Con la producción detenida las alarmas se encienden. (Muchas quejas de pequeños empresarios que no pueden acceder a créditos para pagar sus nóminas. ¿Qué pasa en los bancos? Por favor señores Gobierno y Bancos, si este proceso no se arregla miles de familias terminarán sin comer. @LCVelez. Periodista RCN. 14/04/20).
El obligado encerramiento también se tomó tarde. Fue la presión de mandatarios locales, encabezados por Claudia López, la que obligó a Duque a decretar la cuarentena nacional, que debía venir acompañada de asistencia alimentaria y económica. La ciudadanía menos favorecida, incluidos los 14 millones de trabajadores informales la requieren. Han sido ayudas insuficientes y con limitado alcance. La participación de los mandatarios locales, de entidades privadas y de individuos en esta tarea ha sido oportuna y contribuye a aliviar el déficit. De todas maneras los afectados se ven obligados a salir a la calle en busca del sustento diario, como están acostumbrados. La propuesta de Duque de “mantener la cuarentena” pero incorporando los sectores de la construcción y el manufacturero a la producción el 27 de mayo, ha generado nuevas diferencias con la alcaldesa de Bogotá. (Señor presidente dejo en sus manos estas propuestas a su consideración, Solo una apertura concertada, secuencial, gradual y segura protege la vida. De lo contrario se expone a Bogotá y a trabajadores y familias humildes a un riesgo mortal. @ClaudiaLopez 24/04/20). Lo cierto es que la medida resulta precipitada ante la propagación del virus por todo el país, pues no hay cambios sustanciales que permitan concluir que la pandemia esta controlada. (Mi conclusión del Panel de Científicos que convocamos ayer: La cuarentena NO puede ser eterna pero no estamos listos para abrirla este lunes 27 por 3 razones: Hospitales/ Test masivos/Protocolos de Bioseguridad. Es urgente volver al trabajo pero cuando estos 3 factores estén listos. @RoyBarreras 28/04/20). En medio del debate aparecen focos descontrolados de contactos masivos en: el personal de salud, tres clínicas han cerrado sus servicios (Pereira, Bogotá y Santa Marta); las cárceles se contagian (Villavicencio, Florencia, Picaleña, Guaduas, La Picota) mientras las excarcelaciones también se dan tarde y a cuentagotas; en Corabastos y en tres cuarteles de las FA, también se masifican los casos. (Es un riesgo enorme, un peligro y una irresponsabilidad soltar a la población a la calle como lo ha dispuesto el presidente @ivanDuque va a ocurrir entonces lo que no podía suceder y es que el contagio se produzca masivamente, @ivanmarulanda 25/04/20).
El gobierno ha visto en las dificultades que crea la crisis, la oportunidad de fortalecer su fuerza, recobrar el prestigio de sus dirigentes y consolidar su poder. El presidente Duque no atrae ni en pandemia con la chequera en mano. Las medidas para palear la crisis son insuficientes y mezquinas, su proceder sigue siendo timorato ante los ojos de la nación, rodeado de ministros mediocres y con el respaldado de las fuerzas políticas más recalcitrantes. (La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, debe entender que el comandante en jefe de las fuerzas de la República es el presidente, y que de rebelarse, no puede contar con ellas. Si apela al pueblo, no lo puede sacar a la calle por los riesgos de contagio. Lo mejor, que se acoja @omaryepesalzat 24/04/20). Su verdadero compromiso es con los sectores que detentan el manejo económico. Calculan que cuando se llegue al pico del contagio con la población afectada y exhausta, no habrá capacidad de respuesta y podrán alcanzar sus objetivos sin mayor resistencia. Ante tan macabro panorama llegó el momento de pasar de la denuncia a la reclamación activa, de no hacerlo se corre el riesgo de morir en casa de hambre o “coronado” por el virus.
El senador Uribe ha estado muy activo de la conducción de la crisis. Sus apariciones por los medios y el uso de las redes son permanentes. Sabe que esta en posición de mando y no puede desaprovechar el momento. No desperdicia la ocasión para desprestigiar lo público, debilitarlo para sobre sus escombros crear negocios. (No al estatismo, Salud con eficiencia, solidaridad. @AlvaroUribeVel 15/04/20) (Menos Estado burocrático; más emprendimiento privado. @AlvaroUribeVel 15/04/20). Refiriéndose a la salud hace tres propuestas (Discusión modelo de salud (parte 2) @AlvaroUribeVel 15/04/20): luego de eliminar las “malas” EPS, apuntalar las escogidas, las “buenas”, entregándoles un certificado de excelencia para monopolizar aún más el servicio de salud; crear una “póliza privada de salud” para los estratos medio y altos que pagarían adicional a la obligación actual, favoreciendo un nuevo negocio alrededor de la salud, (Ha colapsado el sistema de salud de los EE. UU., hecho a partir de pólizas de seguros, atención privada y negocios, deja por fuera a las negritudes, a los latinos inmigrantes, a los pobres. 4.500 muertes en un día por el Covid19. @petrogustavo 15/04/20); y por último pide rodear al presidente Duque mostrándolo como el gladiador contra la corrupción, cuando le ha entregado al sector financiero el dinero para enfrentar la pandemia.
El senador sabe que el poder es efímero, y en un país polarizado hay que aprovechar la supremacía. La crisis puede ser el mejor escenario para ir más allá de lo imaginado y tratar de superar embrollos actuales y pasados. Además “La crisis se presta para el desarrollo del autoritarismo” concluye Antonio Caballero en reciente columna. Como si todo el panorama no estuviera completo, “el eterno presidente” se atreve a revivir la propuesta de reducir el Congreso al 50% para economizar unos pesitos (Llevamos muchos años en la propuesta de reducir el Congreso @AlvaroUribeVel 15/04/20), y reivindicar la política de Agroingreso Seguro ya condenada por beneficiar a los suyos (Quieren seguridad alimentaria pero hablan mal de AgroIngreso Seguro, saben sus beneficios que niegan por política. @AlvaroUribeVel 24/04/20). El ministro Carrasquilla propone una nueva reforma tributaria, (“El ministros Carrasquilla piensa que el virus pasa y puede volver a hacer otra reforma tributaria; le baja los impuestos a las empresas se los sube a la clase media y no pasa nada...” @ernestosamperp 19/04/20) y la “ilustre” senadora Cabal califica el Covid-19 como otra influenza.
El mayor servicio que el “eterno presidente” le prestaría a la nación sería su confinamiento permanente en las hectáreas que posee, el país se lo agradecería y lo trataría con benevolencia a pesar de las múltiples acusaciones que pesan sobre sus hombros. Tendría todo el tiempo para acariciar sus yeguas y consentir a sus nietos como se ve en video. Entre otras ganancias la nación se evitaría el abultado costo de su esquema de seguridad para destinarlo a la atención de 1.000 familias en este duro trance de la pandemia.
PD. Imposible pasar por alto la publicación de la sección de revistas regionales de Semana de un vistoso ejemplar dedicado a la situación de la salud en Colombia. Su director, Mauricio Bayona, editorializa, “Se pudiera pensar que hacer una revista de salud y titularla ‘Buen pronostico´, o es exagerado o –lo que es peor– mentiroso. Ninguna de las dos”. La expresión es exageradamente mentirosa. La pandemia del coronavirus dejo al descubierto lo que esta revista trata de tapar, la salud se convirtió en un negocio que se presta a quien pueda pagar y que deja morir en las puertas de urgencias a los más necesitados. La revista centra su información y se ufana de la inversión extranjera en salud, de los complejos de salud en zonas francas que no pagan impuestos y en el turismo en salud. Es decir lo más alejado a las inmensas falencias del sistema de salud en Colombia. Es una publicación de Semana, otrora adalid de la libertad de prensa y de información que Cecilia Orozco en su columna “la muerte periodística de ‘Semana’, dice que de los escombros de la revista “solo sale humo amarillista y olor politiquero”.