Editorial. Los proyectos legislativos del CNP y la próxima movilización contra el nuevo proyecto de reforma tributaria
Los proyectos apuntan a la solución de asuntos medulares de los colombianos: renta básica de emergencia de un salario mínimo mensual por un año para 7,5 millones de hogares, gratuidad universal para todas y todos los estudiantes en la educación superior pública para hacer efectiva la matricula cero, fortalecimiento de la red pública de salud y dignificación y formalización laboral para enfrentar la pandemia, apoyos para la reactivación económica de las mipymes y la generación de empleo, como para la reactivación del sector agropecuario, derogatoria del decreto 1174 de 2020 sobre piso de protección social, acciones de promoción, prevención y capacitación para luchar contra las violencias basadas en el género, garantías para el ejercicio del derecho a la protesta pacífica, reforma al estatuto de juventud para incentivar y hacer más efectiva la participación política de los jóvenes, y reforma a la Policía.
Desde el pasado 20 de julio, fueron radicados en el Congreso los 10 proyectos legislativos elaborados a instancias del Comité Nacional de Paro. Resumen los mismos los reclamos de fondo, en el terreno económico y social, de decenas de millones de colombianos que constituyen el grueso de la población del país. Reside su valor no sólo en que recogen la inconformidad generada por los 30 años y más de brutal neoliberalismo, y por las tropelías oficiales, sino en que señalan, en apretadas y precisas formulaciones, la salida al descontento social del presente. Y más aún, trazan la orientación general en punto a las banderas reivindicativas del movimiento social que habrán de permanecer izadas en el futuro inmediato.
Por eso, la punta de lanza inmediata de la gran protesta popular apunta de modo inequívoco y principal en contra del propósito del proyecto de reforma tributaria que cursa en el Congreso: congelar por una década los salarios de los trabajadores de todo el sector público, con lo cual desaparecerían de modo definitivo las convenciones colectivas. El salvaje zarpazo contra el nivel de vida de los trabajadores del Estado, que se extendería luego a todos los asalariados del país, como varios otros igualmente graves que contempla la reforma en ciernes, conspira contra el nivel de vida de los colombianos rasos y pretende que estos sufran pasivamente degradación semejante.
No cabe duda que el CNP tendrá que contemplar entre las opciones del curso inmediato de la lucha la del paro general. La modalidad de la lucha de masas más eficaz y de candente vigencia en Colombia.
El propósito de presentar los proyectos había sido anunciado en rueda de prensa por el CNP del 15 de junio de este año. Ya radicados en el Congreso para su trámite legislativo, apuntan al corazón de la problemática económico-social, sanitaria, y en buena medida, política, que ha arrojado a la nación al estado de crisis en que se debate. La presente edición de La Bagatela está dedicada de modo prioritario, a alertar sobre la necesidad de enfrentar masivamente el nuevo estatuto tributario e ilustrar a sus lectores sobre los enumerados proyectos.
La iniciativa legislativa del CNP, incluida en el conjunto de acciones que implicaba el despliegue del Plan de Acción aprobado, fue cumplida poco después de la fecha del bicentenario de la Independencia. Como otras varias acciones previstas, en pro de una mayor y más profunda difusión de los objetivos de la movilización y de acercamiento y coordinación con más amplios sectores sociales y políticos.
Todos los proyectos apuntan a la solución de asuntos medulares de los colombianos: renta básica de emergencia de un salario mínimo mensual por un año para 7,5 millones de hogares, gratuidad universal para todas y todos los estudiantes en la educación superior pública para hacer efectiva la matricula cero, fortalecimiento de la red pública de salud y dignificación y formalización laboral para enfrentar la pandemia, apoyos para la reactivación económica de las MiPymes y la generación de empleo, como para la reactivación del sector agropecuario, derogatoria del decreto 1174 de 2020 sobre piso de protección social, acciones de promoción, prevención y capacitación para luchar contra las violencias basadas en el género, garantías para el ejercicio del derecho a la protesta pacífica, reforma al estatuto de juventud (ley 1622 de 2013), para incentivar y hacer más efectiva la participación política de los jóvenes, y reforma a la Policía.
Luego de la jornada de movilización del pasado 26 de agosto, el CNP habrá de examinar la pronta convocatoria de una mayor y más contundente movilización que involucre al gran conjunto del pueblo. Para enfrentar y derrotar el nuevo proyecto oficial de reforma tributaria que pretende descargar sobre trabajadores los costos de la crisis. La gran protesta social se reanuda, con mayor audiencia nacional, con las mayorías sociales de un país que despierta aceleradamente, más consciente y más poderosa.
21 de agosto de 2021