“Hacer invivible la república”
Ahora salen los grandes medios de propaganda antigobiernista −El Tiempo, Caracol, RCN, Semana− a decir que por culpa de Petro y la falta de ejecución de sus ministros la economía está mal, ocultando al fundamental culpable, el Banco de la República.
Por La Redacción
El grito de guerra que lanzó el nefasto Laureano Gómez contra los gobiernos liberales en la década de 1930 fue este, “hacer invivible la república”, a fin de evitar que sus contendores pudieran adelantar las tareas que se habían propuesto cuando llegaron al poder en esa década luego de cincuenta años de hegemonía conservadora.
Pues bien, a cualquiera medianamente informado no se le escapa que esa es la misma consigna lanzada contra el gobierno de Petro por sus opositores. El exsenador y secretario general (e) del PTC en sus trinos −algunos de los cuales se reproducen en esta edición−, pone de manifiesto el cúmulo de mentiras más recientes que se han orquestado para tratar de deslegitimar al gobierno.
Por eso, la redacción de La Bagatela toma prestada la frase para iniciar una sección en nuestras publicaciones para desenmascarar algunos de los aleves ataques contra el presidente Petro dirigidos a desestabilizar al gobierno y allanar el camino para un golpe blando (o duro) y así evitar que se adelanten las reformas que a gritos exige el pueblo colombiano.
El independiente Banco de la República
Se ha propalado la teoría de que la actual junta directiva del Banco de la República está conformada por técnicos, no por políticos. Bajo ese embuste se quiere hacer creer al común de la población que las decisiones de la entidad están por encima del bien y del mal y que solo apuntan a salvar la economía.
Pero en lo corrido del gobierno de Petro ha quedado en evidencia el pérfido carácter de la actual junta directiva, empezando por su cabeza, Leonardo Villar, el gerente general del Banco. Una prueba de la politización del Banco y del Gerente es que insistentemente ha salido a criticar las propuestas y las decisiones del gobierno −haciendo coro con el fiscal Barbosa−, sin que ello sea parte de sus funciones de acuerdo con el reglamento del Banco y las disposiciones constitucionales.
El asunto por destacar hoy es el principalísimo papel que ha jugado en el violento frenazo de la economía. Con el argumento de que hay que controlar la inflación el Banco ha subido las tasas de interés a niveles astronómicos. Como lo anotara en pasada columna uno de nuestros economistas, esa medicina parecía enfocada a matar al paciente antes de que se enfermara. Pues bien, el gerente y los codirectores, casi todos afectos al uribismo y a Iván Duque, se dieron a la tarea de subir y subir las tasas de interés hasta que lograron que la economía quedara virtualmente paralizada como anota el exministro Ocampo.
Ahora salen los grandes medios de propaganda antigobiernista −El Tiempo, Caracol, RCN, Semana− a decir que por culpa de Petro y la falta de ejecución de sus ministros la economía está mal, ocultando al fundamental culpable, el Banco de la República. Y exigen que se tomen medidas de emergencia, pero ninguna de ellas pasa por llamar a Villar a la cordura para que rebaje las tasas de interés y le dé un respiro a los inversionistas, a los productores y a los consumidores. De nada valen los intentos del gobierno Petro para reactivar la economía si las medidas son recortadas a punta de leguleyadas y el Banco no quita el lastre que está hundiendo el barco.