Los que “No se quieren comprometer”. Primera Parte
Para comprender la dinámica de las negociaciones del gobierno del presidente Petro con el ELN es necesario echar una mirada a los datos más importantes en la historia de esa guerrilla, el último grupo armado ilegal con estatus de beligerante que sigue activo en Colombia, que ha heredado luego de la desmovilización de las FARC el título de la guerrilla más vieja de América y, según el portal InSight Crime, uno de los grupos criminales multinacionales que amenaza la seguridad en América Latina.
Por Juan Orlando Bonilla
Un futuro incierto y no muy cercano. Esa fue la última declaración de Otty Patiño, jefe de la comisión del gobierno nacional en la mesa de negociación con el ELN, sobre la posible desmovilización de esa guerrilla. Declaración que no supone ningún retroceso: No se quieren comprometer. Fue una de las declaraciones de José Félix Lafourie, miembro de la mesa directiva del Centro Democrático y delegado del gobierno en la misma mesa de negociación, en su entrevista sobre el tema en el segmento Pregunta Yamid hace un par de meses. Cabe recordar que la misma entrevista se dio tan solo semanas después de que el ELN rechazara la declaración de cese al fuego bilateral dada por el presidente Petro y condicionara la negociación al mantenimiento de las hostilidades.
No se puede olvidar que pese a tener un pie de fuerza calculado de 5mil hombres y mujeres, el ELN aparece como el responsable del 10% de los actos delictivos en Colombia durante el año 2022 según Indepaz. También es el último grupo armado ilegal con estatus de beligerante que sigue activo en Colombia, ha heredado luego de la desmovilización de las FARC el título de la guerrilla más vieja de América y, según el portal InSight Crime, es uno de los grupos criminales multinacionales que amenaza la seguridad en América Latina. La anterior información confirma que su desmovilización debe ser uno de los objetivos a cumplir del proceso de Paz Total.
Pero ¿Por qué no se quieren comprometer?
Pequeño recorrido histórico
El ELN ha pasado por 5 procesos de paz en los cuales los mejores resultados han sido algunas desmovilizaciones parciales, pero el mantenimiento de su estructura general. Creo que en la historia de esta organización se pueden hallar algunos elementos que explican esta decisión, claro está, desde su punto de vista particular. En esta pequeña nota aspiro dilucidar algunos de esos elementos para la mejor comprensión del tema.
Vale anotar que en ningún momento se plantea justificar los actos de esta organización. Es nuestro deber como ciudadanos condenar acciones del ELN como la Masacre de Machuca, en la que murieron 84 civiles (considerada la mayor matanza en la historia del conflicto colombiano) y el secuestro de la Iglesia La María, en el que fueron asesinadas 3 personas y secuestradas 285 (considerado el mayor secuestro en la historia del conflicto colombiano) y otro sin número de acciones en contra de la población civil. Pero como sujetos pertenecientes a una tendencia política alternativa es nuestro deber condenar el uso de las armas; la violencia y la intimidación con el objetivo de consolidar un proyecto político.
1. El Manifiesto de Simacota (nunca quisieron el poder)
Por la variedad de fuentes y toda la mitología involucrada es difícil dar crédito de la veracidad de algunos hechos del ELN, lo cierto es que la historia de esta organización comienza en Cuba.
Algunas fuentes afirman que fueron estudiantes de la Universidad Nacional que fueron como voluntarios a Cuba (hay quien dice que, para prestar un servicio social, y hay otros que afirman que fueron a “defender la revolución” en medio de las tensiones de la Crisis de los Misiles), otras fuentes afirman que eran beneficiarios de un programa de becas impulsado por el gobierno cubano. Lo que se sabe con certeza es que eran jóvenes pertenecientes a organizaciones como la JUCO, el MOEC y la JMRL (Juventudes del Movimiento Revolucionario Liberal) y que entre ellos estaba Fabio Vásquez Castaño.
Se dice que varios de estos jóvenes colombianos presentes en Cuba fundaron la “Brigada Pro Liberación José Antonio Galán”, que después de un proceso de refinamiento ideológico en Hungría y del reclutamiento de varios universitarios se constituyó en el ELN.
La primera acción de este grupo se realizó en Simacota, departamento de Santander en enero de 1965. En esta dan a conocer el Manifiesto de Simacota, en el mismo su primera propuesta fue el establecimiento de la democracia con plenas garantías para toda la población (recordar que para la época el país se encontraba bajo el Frente Nacional, en este régimen las personas que no pertenecieran a los partidos Liberal y Conservador no tenían garantías para aspirar a cargos públicos), nunca hablaron del establecimiento de un gobierno bajo su línea política. Desde el principio el ELN nunca quiso llegar al poder
2. Vásquez Castaño (la intransigencia)
Luego de la Toma de Simacota Fabio Vásquez Castaño se hizo famoso, no por su estrategia militar ni golpes a la fuerza pública, sino por resolver todos los conflictos ideológicos en su organización con juicios revolucionarios y ejecuciones en el monte.
Pese a que el ELN adquirió mucha popularidad en sus primeros años, gran cantidad de sus miembros se desmovilizaron al no soportar la mano de hierro de Vásquez Castaño. Se dice que este mismo comandante organizaba grupos especiales para perseguir y ejecutar a los desertores de su organización.
A pesar de esto, el ELN logró atraer la atención del joven Camilo Torres Restrepo. Este sacerdote logró dejar huella en la nación gracias a su trabajo social. Tomando y desarrollando ideas de la Teología de la Liberación (que en resumen plantea que los movimientos religiosos también deben centrarse en terminar con los sufrimientos terrenales) logró agrupar a gran cantidad de organizaciones de izquierda, que no podían participar de política por las restricciones impuestas por el Frente Nacional, en acciones de protesta y de trabajo comunitario. Dos cosas frustraron a Camilo Torres: no lograr un cambio rápido en la sociedad colombiana y no poder unir a su movimiento al general Gustavo Rojas Pinilla, personaje más relevante de la oposición al Frente Nacional en su momento. Igual, guiado por su primera frustración, y pese a que Rojas Pinilla no lo aconsejaba, Camilo Torres se unió al ELN.
Aunque reconozco muchas cosas admirables en Camilo Torres, siempre he cuestionado su visión de la política nacional en su momento. Torres pensaba que la poca participación electoral de los colombianos se debía al hartazgo con el modelo político del Frente Nacional, nunca consideró que esta se debía a la simple indiferencia o al cansancio social luego de siglo y medio de luchas partidarias. Pero siguiendo su tesis, y con la convicción que las masas populares lo seguirían a la guerra, Camilo Torres ingresó formalmente a la guerrilla. Esto hizo que tanto el Partido Comunista como la Democracia Cristiana le quitaran públicamente el apoyo.
Vásquez Castaño no se confiaba de Camilo Torres, hay quienes dicen que temía que le disputara el liderazgo de su movimiento, por eso le hizo ingresar como guerrillero raso a la organización, cosa que Torres aceptó con estoicismo, para morir sin pena ni gloria en su primer combate en febrero de 1966. El hecho de perder de manera patética al más grande líder político que ingresó a su organización por temor a que le disputara su mando es muestra clara de la intransigencia de Vásquez Castaño.
Fabio Vásquez Castaño continuó a la cabeza del ELN hasta 1973. Del resto de su comandancia resalta una purga interna en la que ordenó ejecutar a todos los universitarios de su organización, muchos de los cuales se salvaron por intervención de su hermano Manuel. En 1973 tiene lugar la Operación Anorí, en esta el Ejército Nacional da de baja a 30 miembros del ELN (incluidos dos hermanos de Vásquez Castaño) y captura a otros 50. Luego de esta derrota Fabio Vásquez Castaño fue destituido y condenado a muerte en un juicio revolucionario.
Con ayuda de su madre, Vásquez Castaño logró huir a Cuba. Sólo se volvió a relacionar con el ELN para aceptar su destitución formalmente frente a “Gabino” en Checoeslovaquia en 1974. Murió de muerte natural en La Habana en 2019