Elecciones 2022: Pacto Histórico llama a la unidad

Edición #81

En medio de esta calamidad nacional, queda la evidencia de alcanzar un viraje en la conducción del Estado, que solo se puede lograr uniendo todas las fuerzas inconformes y opuestas a este régimen. Para el éxito de la empresa se presentan en simultaneo dos factores de suma importancia: el crecimiento de su influencia a lo que contribuye el mal gobierno, y el convencimiento de actuar de manera organizada bajo unos lineamientos programáticos y unas normas que den garantías a todos los integrantes. La oportuna creación del Pacto Histórico augura un futuro prometedor y el llamado hecho por los distintos integrantes es claro, solo la unidad de todos los sectores de oposición posibilitará el triunfo de la corriente democrática y progresista. Actuar con consecuencia es la obligación del ahora.

Por Alberto Herrera

Director de La Bagatela

Las elecciones de 2018 se constituyeron en un aviso para los colombianos y en una experiencia que no se debe repetir.

Por un lado, se eligió un presidente basado en una campaña sustentada en mentiras, miedo y tergiversación de los hechos que, enfrentado al conveniente y bien logrado acuerdo de paz, lograron atemorizar al país sobre lo que sería Colombia en el futuro. Duque disputó la jefatura del Estado contra Petro, dirigente político que se abrió paso entre una gama de aspirantes y logró el respaldo de una corriente democrática que se aglutinó como nunca antes, que provenía de innumerables vertientes políticas que se juntaron sobre la marcha ante el peligro que representaba el contendor, el retorno de Uribe, convencidos de la necesidad de darle un rumbo diferente a la nación.

Después de 40 meses de gobierno existe una opinión mayoritaria que considera un fracaso este mandato presidencial. No da pie con bola. Ha sido un mandato contra la población, tanto en las ejecuciones diarias, en el manejo del Parlamento y en el trato a la protesta en las calles; peor no pudo ser. La nación se percató de la ineptitud de Duque y la de sus colaboradores, de su favorecimiento a los poderosos y de su inclinación ante el amo del norte. En el extranjero lo conocen por la intención de “volver trizas” los acuerdos de paz, por las masacres contra los líderes sociales y el trato violento y sanguinario dado a la protesta social, así el expresidente Santos ahora lo proclame paladín de la paz en el extranjero.

Nada ni nadie pudo ser peor para Colombia. Desde la elección con algo más del 50%, su desfavorabilidad en constante alza, sobrepasa el 75%.

En medio de esta calamidad nacional, queda la evidencia de alcanzar un viraje en la conducción del Estado, que solo se puede lograr uniendo todas las fuerzas inconformes y opuestas a este régimen. Para el éxito de la empresa se presentan en simultaneo dos factores de suma importancia: el crecimiento de su influencia a lo que contribuye el mal gobierno, y el convencimiento de actuar de manera organizada bajo unos lineamientos programáticos y unas normas que den garantías a todos los integrantes.

En medio de la polarización nacional se adelantaron acercamientos entre distintas corrientes y sus dirigentes, para definir posibles coaliciones. Así surgió el Pacto Histórico. Como dijo la proclama de constitución leída por Margarita Rosa De Francisco: “Se requiere un cambio liderado por un gobierno de reconstrucción nacional y un Congreso renovado bajo un programa consensuado con las organizaciones sociales, de eso se trata el Pacto Histórico, liberar a Colombia de sus pocos verdugos y entregarla democráticamente a las inmensas mayorías”. Mediante diálogo y acuerdo, el Polo, sectores de los Verdes, del liberalismo, Fuerza Ciudadana, partidos de trabajadores, organizaciones pro paz, indígenas, juveniles, campesinas, de género, afros y religiosas, parlamentarios provenientes de partidos afines al gobierno, organizaciones sindicales que se afilian masivamente, diversas fuerzas venidas de la izquierda desde exguerrilleros sin armas vinculados al orden existente, como la izquierda que siempre fue ajena y víctima de aventuras armadas. Son millones de indignados de todas las clases sociales que decidieron hacer un alto en el camino. Es una amplia gama acompañada de centenares de dirigentes como Roy Barreras, Luis Fernando Velasco, Armando Benedetti, Clara López Obregón reconocida por su consecuencia y verticalidad política, hasta la comandancia de otras épocas, para no relacionar una lista que se torna incontenible. “El Pacto Histórico es un acuerdo sobre lo fundamental entre los distintos sectores de la sociedad colombiana para asumir el gobierno, cambiar el poder y construir una nueva realidad nacional basada en la democracia, la justicia social y la paz”[1].

El Partido del Trabajo de Colombia, ha alentado la propuesta desde el inicio. Su trayectoria le permite coadyuvar en la unidad de las fuerzas alternativas para derrotar el régimen fascista criollo que quiere perpetuarse en el poder, aplastar los derechos de los ciudadanos, desconocer sus conquistas, desatender sus necesidades e imponer la violencia y la impunidad de sus patrocinadores. Unidad para escoger, mediante procesos democráticos, un único candidato presidencial que represente el inconformismo reinante, unidad suficiente para derrotar cualquier intento de fraude o saboteo electoral. El PTC respalda a Gustavo Petro, quien ha dado muestras de entender la compleja situación nacional y goza del respaldo de millones de ciudadanos. Sus propuestas colman las necesidades más apremiantes de los colombianos y de triunfar haría un gobierno incluyente y democrático. “Todo nuestro programa presidencial es coherente con ayudar a la humanidad a detener el calentamiento global y la crisis del clima”@petrogustavo 13 nov.

Además el PTC participa en las lista del PH al Congreso. Su vocero y aspirante al Senado es Edwin Palma, destacado exdirigente de los trabajadores petroleros, abogado, defensor de Ecopetrol y las empresas estatales, enemigo del fracking y ambientalista a carta cabal. Por su trayectoria y claridad, Edwin tiene un amplio prestigio dentro de los trabajadores. Sus planteamientos lo identifican como un consecuente integrante de la lista al Senado: “#ColombiaEstá lista para dar el paso más importante de su vida política en los últimos tiempos: sacar al narcouribismo del poder. ¡No más barbarie!” @PalmaEdwin 16 nov.

Igualmente, se ha escogido a Francisco Castañeda candidato a la Cámara por Bogotá. Pacho es un conocedor profundo de la ciudad, es un defensor del medioambiente, ha dado una dura pelea acompañado de los habitantes del suroccidente para mantener el bosque de Bavaria. Tiene seguidores en todas las localidades, desde Kennedy hasta en las zonas rurales de la capital. Así se expresó Francisco cuando oficializó su aspiración: “He tomado la decisión de participar en el #PactoHistorico convocado por @petroguestavo desde nuestro trabajo en barrios populares de Bogotá, nuestra lucha en defensa de la estructura ecológica principal, el campesinado, Bosques de Bavaria, el trabajo, la cultura y la vida allí estarán”. @FranciscoporBta.

La oportuna creación del PH augura un futuro prometedor y el llamado hecho por los distintos integrantes es claro, solo la unidad de todos los sectores de oposición posibilitará el triunfo de la corriente democrática y progresista. Actuar con consecuencia es la obligación del ahora.

Notas

[1] Se lee en pactohistorico.com/quienes-somos/.

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