Es la hora de La Mojana
En un gran despliegue para incluir las fuerzas vivas de la nación en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo -PND- para los próximos cuatro años, el gobierno nacional realizó 53 “Diálogos Consultivos”, concurridas reuniones donde se plantearon las necesidades más apremiantes de la población de todo Colombia. La Bagatela reseñó en la edición anterior su participación en algunos de ellos, en esta ocasión cubrimos el dialogo de La Mojana, fértil región agrícola de 500.000 hectáreas situada en los deltas de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge.
Por Alberto Herrrera
Ardua labor le queda al director y a los técnicos de Planeación Nacional al tener que plasmar en la elaboración del PND las múltiples peticiones hechas por miles de colombianos que, en representación de sus organizaciones sociales de todos los rincones de la geografía nacional, fueron expuestas en los diálogos consultivos.
En San Marcos Sucre se reunieron 3000 mojaneros provenientes hasta de apartadas veredas pertenecientes a los 11 municipios que conforman esta olvidada región situada en el corazón del territorio nacional. El Ministerio del Medioambiente en cabeza de su titular, Susana Muhamad acompañada de asesores y funcionarios, fueron los coordinadores del evento. Acompañaron el ministro de ciencias Arturo Luna, el consejero para las regiones, Luis Fernando Velasco, el director de la unidad de riesgo, Javier Pava, la viceministra del interior Lilia Solano, así como especialistas y técnicos de Planeación Nacional y de otros ministerios.
En las mesas de diálogo por un lado, se escucharon los reclamos por la precariedad de los servicios básicos de acueducto, alcantarillado, energía, vivienda, vías, en salud y educación y se pidió una real inversión para subsanar las carencias de décadas de abandono, y por el otro se elevó la voz de toda la población por dos sentidas exigencias: 1- el cierre de “caregato” el boquete que abrió el rio Cauca abajo de Nechí y que por un año ha inundado la margen izquierda constituyéndose en una calamidad para la población pues impidió las labores agrícolas durante este tiempo y obligó a los más desprotegidos a levantar improvisadas vivienda a orilla de la carretera, y 2- la entrega de tierras para trabajar hecha por campesinos, víctimas de la violencia, mujeres, jóvenes provenientes de todas partes de la región, que tienen gran expectativa por alcanzarla, gracias a las medidas del gobierno nacional, al acuerdo con los ganaderos y a la necesidad de producir alimentos para combatir el hambre y la carestía.
El gobierno nacional se comprometió con la participación del cuerpo de ingenieros militares a tapar el chorro mencionado a partir del 15 de diciembre en un primer paso para mitigar el efecto de la creciente, fenómeno que se ha agravado a través de los años por la acción de moradores de la región que acometen labores por su propia cuenta para ampliar sus predios, abonando ciénagas y playones, tapando caños, impidiendo el correr de las aguas. A esto se añade otro grave hecho como es la minería rio arriba que produce miles de toneladas de sedimentos que llegan a sus aguas rellenando su cauce y envenenado sus aguas con el mercurio que tiene efectos letales ya encontrados en la población que bebe de su agua y se alimenta de sus peces.
El otro tema que se tocó con cierta timidez es la persistente violencia en la región. Para nadie es extraña la existencia de grupos armados que están establecidos en la zona, que se mueven sin vigilancia, que amenazan a dirigentes populares, que cobran peaje a los dueños de ganado y a los agricultores por cada bulto de cosecha, que han fomentado paros armados y que representan una alteración en la convivencia ciudadana. La política de Paz Total impulsada por el gobierno nacional es la mejor oportunidad para lograr acuerdos que traigan la tranquilidad a La Mojana.
La ministra Muhamad cerró el diálogo; dentro de sus conclusiones mencionó que hay dos visiones que se deben encontrar, una ambiental que pide que haya una conexión hidráulica entre el rio Cauca y la Mojana, recuperando caños, ciénagas y los cuerpos de agua; el agua es vida, dijo y existe la necesidad de ordenar el territorio alrededor del agua. Alertó sobre la sequía en verano. La otra visión es la región como despensa agrícola, “hay déficit social en La Mojana”, que se manifiesta en la tenencia desigual de la tierra, falta de vías, limitado apoyo económico y pocas oportunidades laborales. Alertó sobre las consecuencias de la minería aguas arriba pues esta produciendo una crisis de salud por la contaminación que deja, así como señaló el potencial del turismo ecológico en la región.
Los asistentes salimos satisfechos por el ejercicio de consulta, esperanzados en que después de muchos años de estudios y de reiteradas promesas, arranque la recuperación de La Mojana que puede constituirse en el escenario modelo de la reforma agraria que el actual gobierno ha puesto en marcha.