Tour de Francia. Por un ciclismo limpio

Pogacar
Edición #99
Septiembre 2024

El análisis del Tour de Francia resalta el dominio del ciclista esloveno Tadej Pogacar, quien conquistó tanto el Giro de Italia como el Tour en 2024, siendo el octavo en lograr este doblete desde 1949. A pesar de la historia rica del ciclismo en Francia, el país no ha tenido un ganador en el Tour desde 1985. Aunque el ciclismo se ha expandido globalmente, el 70% de los equipos de élite siguen siendo europeos. Aún persisten preocupaciones sobre el doping, especialmente en Eslovenia, lo que subraya la necesidad de un ciclismo limpio y transparente, donde los triunfos sean genuinos.

Por Alberto Herrera

Director de La Bagatela
Alberto Herrera

La programación del calendario ciclístico mundial 2024 se acerca a su final. De las competencias más sobresalientes falta por conocer el desenlace de los campeonatos mundiales a realizarse a partir del 21 de septiembre en Zurich.

Los mayores galardones se los ha llevado un ciclista, Tadej Pogacar procedente de Eslovenia, país de apenas 2 millones de habitantes, que era parte de Yugoslavia hasta 1991 cuando declaró su independencia. 
Antes de ese cambio el deporte era fundamental en la cotidianeidad de la región y es considerado un pilar de la educación, pero con poco desarrollo profesional. Los mismos protagonistas de los éxitos alcanzados en los últimos años coinciden en que no se trata del resultado de un proceso sino más bien de actuaciones individuales. Debido a la conformación montañosa del país los ciclistas eslovenos tienen condiciones de buenos escaladores.

En 2024 Pogacar hizo el doblete ganando el Giro de Italia y el Tour de Francia siendo el octavo ciclista que alcanza el doblete desde Fausto Coppi en 1949 hasta Marco Pantani en 1998. Después de 26 años lo logró con sorprendente superioridad, ganando etapas contrarreloj y especialmente en montaña, dejando atrás a todos con un frenético pedaleo que lo llevó a levantar los brazos como ganador de seis etapas en el Tour.

Si bien el ciclismo sigue teniendo como epicentro a Europa, han surgido corredores de otros países y la conformación de los equipos de la máxima categoría, la exclusiva Word Tour, incluye pedalistas de América, Australia y aún de Asia y África. El equipo de Pogacar, UAE, Emiratos Árabes Unidos, es una selección que incluye corredores de 17 nacionalidades, incluidos dos colombianos, un mexicano, dos neozelandeses, un australiano y un estadounidense.

A pesar de la expansión territorial del deporte y del auge de la utilización de la cicla a todo nivel, el grupo de equipos de la élite es de solo 18, casi 70% europeos, con 4 franceses como la mayor cuota. Para infortunio del ciclismo francés esa cifra no se refleja en los recientes resultados deportivos en el Tour; si bien Francia es el país con más ganadores de la magnífica competencia con 39 victorias en las piernas de sus corredores, hace 39 años un corredor de esa nacionalidad no viste un maillot jaune al final de las tres semanas. El último fue Bernard Hinault en 1985. Ese faltante se nota en la información que dan los medios especializados en el tema, aunque ajustada a los hechos, deja en la penumbra logros de otros protagonistas. L’Equipe, diario deportivo galo por excelencia haciendo el balance del Tour titula: “Más fuerte que todos” refiriéndose a Pogacar, palabras irrefutables que no tienen cuestionamiento, tan obvias como la decepción por la participación francesa. El protagonismo producto del esfuerzo que mostró el corajudo ciclista ecuatoriano Richard Carapaz en carretera merecía una mención aparte. Acumular los puntos la última semana para obtener la camisa de puntos rojos como el mejor escalador por encima del mismo Pogacar, sumado al título del más combativo de la carrera además de una etapa ganada, son logros que merecen un elogioso comentario que ni por ahí apareció en el prestigioso diario.

El ciclismo mundial no se ha repuesto de fatal episodio que se inició con el Affaire Festina en 1998 cuando se detectó al equipo francés insignia, un cargamento de EPO substancia estimulante desconocida hasta ese momento, poniendo al descubierto la mayor red de dopaje y causando la explosión del deporte de las bielas. Lo peor estaba por venir; el año siguiente empieza la cadena de triunfos de Armstrong quien gana siete Tour sudando dopaje por todos los poros en las carreteras francesas sin que autoridad del ciclismo “se percatara”. Los conocedores el tema saben que las substancias prohibidas evolucionan y su uso es anterior a la detección de los controles. “Según la Agencia Mundial Antidopaje, Eslovenia es uno de los países con más casos positivos activos, al lado de Colombia, (El Espectador, “La era dorada del ciclismo esloveno” oct 2020). Ojalá esta situación este superada. El sueño de la afición ciclística es ver coronar al campeón sin ayudas ni trampas silenciosas, que los triunfos de esta generación encabezada por el “más fuerte que todos” sean limpios.

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